En el Capítulo 1 de "Escuela de obediencia" Andrew Murray explora el papel fundamental de la obediencia en las Escrituras sagradas. El autor destaca que la obediencia es un tema recurrente y esencial en toda la Biblia y que se encuentra en el corazón mismo del plan de Dios para la humanidad. Murray argumenta que la obediencia es el fundamento de la relación entre Dios y el ser humano.
Desde el principio, Dios ha requerido obediencia de Sus creaciones, y este tema se desarrolla a lo largo de toda la historia bíblica. Desde Adán y Eva hasta los profetas, reyes y apóstoles, la obediencia a Dios ha sido una característica distintiva de aquellos que caminan en Su voluntad. El autor también enfatiza que la obediencia no es una carga pesada, sino una respuesta de amor a Dios. Cuando comprendemos el amor y la gracia de Dios, la obediencia se convierte en un acto de devoción y confianza en el Señor. En resumen, el Capítulo 1 de "Escuela de obediencia" de Andrew Murray establece el contexto y la importancia de la obediencia en la Biblia y presenta la obediencia como un acto de amor y fe hacia Dios. Murray establece las bases para explorar más a fondo este tema en el libro.
Capitulo 2 - La obediencia de Cristo
En el Capítulo 2 de "Escuela de Obediencia" de Andrew Murray, el autor explora el concepto fundamental de que la obediencia cristiana es posible a través de la obra de Cristo en la vida del creyente. Murray destaca que la obediencia no debe considerarse simplemente como una tarea difícil o imposible, sino como un fruto natural de la fe y la relación con Jesucristo. Andrew Murray subraya que, para experimentar la obediencia cristiana de manera genuina, debemos comprender que Cristo mismo es nuestra vida y fuente de poder para obedecer. A través de Su sacrificio en la cruz, Cristo hizo posible una nueva vida para los creyentes. Esta nueva vida, que está arraigada en la relación con Él, es la que capacita y motiva a los creyentes a vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios.
Murray enfatiza la importancia de no depender de nuestra propia fuerza o esfuerzo para obedecer, sino de confiar en la obra redentora de Cristo y en la habilitación del Espíritu Santo. Cuando nos mantenemos cerca de Jesús y reconocemos nuestra dependencia de Él, la obediencia se convierte en una respuesta natural y gozosa. En resumen, el Capítulo 2 de "Escuela de obediencia" de Andrew Murray resalta que la obediencia cristiana se basa en la obra redentora de Cristo y la vida en comunión con Él. La obediencia no es un logro humano, sino una manifestación de la gracia y el poder de Dios en la vida del creyente.
Capitulo 3 - Obteniendo el deseo de obedecer
En el Capítulo 3 de "Escuela de Obediencia" de Andrew Murray, el autor se sumerge en el secreto de la verdadera obediencia cristiana. Destaca la importancia de entender que la obediencia genuina no proviene de la mera observancia de reglas y leyes, sino de un corazón transformado por el amor a Dios. Andrew Murray argumenta que el fundamento de la obediencia radica en la relación íntima con Dios. Cuando una persona ha experimentado el amor de Dios y comprende profundamente Su gracia, la obediencia se convierte en una respuesta natural y alegre. La verdadera obediencia no es un acto de legalismo o un esfuerzo humano por ganar mérito, sino un fluir natural del amor y la gratitud hacia Dios.
Andrew Murray también destaca que la obediencia no es una tarea imposible o una carga pesada, sino una vida de gozo y libertad en Cristo. Al vivir en comunión con Dios y permitir que Su Espíritu trabaje en el corazón, uno puede experimentar la alegría de obedecer y seguir los mandamientos de Dios. En resumen, el Capítulo 3 de "Escuela de obediencia" de Andrew Murray enfatiza que la verdadera obediencia surge del amor y la gracia de Dios, y que vivir en obediencia no debería ser un deber opresivo, sino una experiencia de gozo y libertad en la vida cristiana.
Capitulo 4 - Preparandose para obedecer
En el Capítulo 4, Andrew Murray enfoca la atención en la importancia de dedicar tiempo de oración y meditación a Dios al comienzo de cada día. Murray argumenta que la vigilia matinal es esencial en la vida de obediencia de un creyente. El autor destaca que, al comenzar el día en comunión con Dios a través de la oración y la lectura de las Escrituras, establecemos un fundamento sólido para vivir en obediencia. La vigilia matinal nos permite centrar nuestros corazones y mentes en Dios, buscando Su guía y fortaleza para enfrentar los desafíos del día.
Murray enfatiza que la obediencia no es simplemente el cumplimiento de reglas, sino una respuesta amorosa a Dios. La vigilia matinal nos ayuda a cultivar una relación profunda con Dios, lo que a su vez nos motiva a obedecer Sus mandamientos por amor y gratitud. El autor proporciona consejos prácticos sobre cómo establecer una vigilia matinal efectiva, que incluye la importancia de la consistencia, la oración sincera y la lectura reflexiva de las Escrituras. También destaca cómo este tiempo de comunión con Dios puede fortalecer nuestra fe y confianza en Él. En resumen, el Capítulo "Preparandose para obedecer" del libro "Escuela de obediencia" de Andrew Murray enfoca la atención en la práctica de la vigilia matinal como una parte crucial de la vida de obediencia cristiana. Proporciona perspectivas valiosas sobre cómo este tiempo de comunión con Dios puede fortalecer nuestra relación con Él y motivarnos a vivir en obediencia por amor y gratitud.
Capítulo 5: "Obediencia Intencional"
En el Capítulo 5, "Obediencia Intencional," del libro "Escuela de Obediencia" de Andrew Murray, se explora la idea de que la obediencia en la vida cristiana debe ser un acto deliberado y consciente. El autor argumenta que la obediencia no debe ser accidental ni superficial, sino que debe ser una elección intencional de seguir a Dios.
Murray destaca varios aspectos clave de la obediencia intencional, incluyendo la elección consciente de seguir a Dios, la importancia de discernir Su voluntad, la perseverancia en la obediencia y los frutos espirituales de una vida obediente. También menciona la práctica de disciplinas espirituales para fortalecer la obediencia intencional.
En resumen, el Capítulo 5 enfatiza que la obediencia en la vida cristiana debe ser un acto deliberado y consciente. La elección intencional de seguir a Dios y discernir Su voluntad es esencial para experimentar una vida cristiana fructífera y una relación más cercana con Dios.
En el Capítulo 6, "Obediencia y Fe," Andrew Murray explora la estrecha relación entre la obediencia y la fe en la vida cristiana. El autor argumenta que la fe y la obediencia están intrínsecamente conectadas y que una no puede existir sin la otra.
Murray comienza destacando que la fe es esencial en la vida del creyente. La fe implica una confianza y creencia activa en Dios y Su Palabra. Sin embargo, Murray enfatiza que la fe no es solo creer intelectualmente, sino que también se manifiesta a través de la obediencia.
A lo largo del capítulo, se presentan varios puntos clave:
La Obediencia como Manifestación de la Fe: Murray argumenta que la verdadera fe se demuestra mediante la obediencia. La fe auténtica no solo cree en Dios, sino que también confía y sigue Sus mandamientos.
La Fe Actúa a Través de la Obediencia: El autor sostiene que la fe no es pasiva, sino activa. La fe verdadera motiva a los creyentes a obedecer la Palabra de Dios y a vivir de acuerdo con ella.
La Obediencia como Fruto de la Fe: Murray enfatiza que cuando los creyentes tienen una fe genuina en Dios, naturalmente desean obedecerlo. La obediencia no se convierte en una carga, sino en una respuesta amorosa y confiada a Dios.
La Importancia de Confiar en la Promesa de Dios: El capítulo resalta que la fe se basa en la promesa de Dios. Cuando creemos en Sus promesas, estamos dispuestos a obedecer y confiar en que Él cumplirá Su Palabra.
La Fe en la Obra Redentora de Cristo: Se menciona cómo la fe en la obra redentora de Jesucristo es esencial para la salvación y cómo esta fe se manifiesta en la obediencia a la llamada de Cristo.
En resumen, el Capítulo 6 de "Escuela de Obediencia" destaca la profunda interconexión entre la fe y la obediencia en la vida cristiana. La fe genuina se manifiesta a través de la obediencia a Dios y Su Palabra, y la obediencia es una respuesta activa y amorosa a la fe en las promesas de Dios. Murray enfatiza que ambas son esenciales para una vida cristiana fructífera y una relación cercana con Dios
Capítulo 7: "Obediencia Voluntaria"
En el Capítulo 7, "Obediencia Voluntaria," Andrew Murray explora la idea de que la obediencia en la vida cristiana debe ser voluntaria y motivada por el amor y la devoción hacia Dios.
Murray comienza enfatizando que la obediencia forzada o motivada por el temor no es la forma en que Dios desea que Sus hijos le obedezcan. En cambio, Dios anhela una obediencia que provenga de un corazón voluntario y amoroso.
A lo largo del capítulo, se presentan varios puntos clave:
La Motivación del Amor: Murray argumenta que la verdadera obediencia surge del amor por Dios. Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, deseamos obedecerlo como una expresión de ese amor.
La Voluntariedad de la Obediencia: El autor destaca que Dios nos ha dado libre albedrío para elegir obedecerlo. La obediencia voluntaria es un acto de elección consciente y no una imposición divina.
La Devoción a Dios: Se menciona que la obediencia voluntaria es un reflejo de la devoción a Dios. Los creyentes desean agradar a Dios y cumplir Su voluntad porque lo aman y le son leales.
El Ejemplo de Jesucristo: Murray subraya cómo Jesucristo fue el modelo supremo de obediencia voluntaria. Jesús eligió obedecer la voluntad del Padre incluso en medio del sufrimiento y el sacrificio.
La Libertad en la Obediencia: El capítulo resalta que la obediencia voluntaria no es una carga, sino una fuente de libertad y alegría. Cuando obedecemos a Dios con un corazón voluntario, experimentamos la libertad de vivir de acuerdo con Su propósito y experimentamos Su paz.
En resumen, el Capítulo 7 de "Escuela de Obediencia" de Andrew Murray enfatiza la importancia de la obediencia voluntaria y motivada por el amor hacia Dios. La obediencia que proviene de un corazón dispuesto y devoto es lo que Dios busca en Sus hijos. Esta obediencia no es una carga, sino una expresión de amor y devoción que conduce a una relación más cercana con Dios y a una vida llena de libertad y alegría
Capítulo 8: "Obediencia a la Gran Comisión"
En el Capítulo 8, "Obediencia a la Gran Comisión," Andrew Murray se centra en la importancia de obedecer el mandato de Jesucristo de llevar el evangelio a todas las naciones, conocido como la Gran Comisión.
El autor comienza destacando que la Gran Comisión es una parte fundamental de la misión de la Iglesia y que todos los creyentes tienen la responsabilidad de participar en ella. La obediencia a este mandato no es opcional, sino esencial para la expansión del reino de Dios en la Tierra.
A lo largo del capítulo, Murray expone varios puntos clave:
El Mandato de Jesús: El capítulo recuerda las palabras de Jesús a Sus discípulos antes de Su ascensión, donde los comisionó a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles Sus mandamientos.
La Importancia de la Evangelización: Murray destaca que la evangelización y el discipulado son parte integral de la obediencia a la Gran Comisión. Los creyentes deben llevar el mensaje del evangelio y hacer discípulos en todas las esferas de la sociedad.
La Promesa de la Presencia de Jesús: El autor subraya que Jesús prometió estar con Sus discípulos siempre, incluso mientras obedecen la Gran Comisión. Los creyentes pueden confiar en la presencia y el poder de Cristo en esta tarea.
El Rol del Espíritu Santo: Se menciona la importancia del Espíritu Santo en capacitar a los creyentes para cumplir la Gran Comisión. El Espíritu guía, capacita y fortalece a los creyentes en su misión.
El Gozo de la Obediencia: Murray enfatiza que la obediencia a la Gran Comisión trae alegría y satisfacción espiritual. Los creyentes encuentran propósito y significado al participar activamente en la obra de Dios en el mundo.
En resumen, el Capítulo 8 de "Escuela de Obediencia" de Andrew Murray destaca la importancia de la obediencia a la Gran Comisión de Jesús. Obedecer este mandato implica llevar el evangelio a todas las naciones, hacer discípulos y enseñar Sus mandamientos. La presencia de Jesús, el poder del Espíritu Santo y el gozo de cumplir esta misión son aspectos destacados en este capítulo. La obediencia a la Gran Comisión es una parte esencial de la vida y el propósito de la Iglesia y de cada creyente